En 2017, había sido capturado en territorio español con 2.5 toneladas de cocaína. Permaneció más de tres años privado de la libertad en España, regresó a Colombia y, al parecer, pretendía reactivar rutas del narcotráfico con las disidencias de las Farc.

El trabajo articulado de la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico de la Fiscalía, y la DIJIN – Interpol de la Policía Nacional permitió capturar a Julio Peñaranda Torres, alias Loco o Visaje, quien se habría convertido en un objetivo de alto valor para la autoridades de España y Estados Unidos por su presunta participación en el envío de toneladas de cocaína.

Esta persona, presunto cabecilla de una estructura delictiva conocida como ‘Los Boyacos’, fue localizada en Cúcuta (Norte de Santander). La diligencia se cumplió en atención a una solicitud con fines de extradición presentada por el Juzgado Central de Instrucción de Madrid (España), que requiere a Peñaranda Torres por cargos de narcotráfico.

De acuerdo con la petición internacional, alias Loco o Visaje estaría involucrado en el ingreso de 2.5 toneladas de clorhidrato de cocaína que fueron incautadas en Galicia, en 2017, en una operación conjunta de la Policía Española, autoridades colombianas y la agencia estadounidense DEA.

Asimismo, se le señala de viajar a España en 2016, con el propósito de montar una denominada ‘oficina de cobro’ y acaparar el tráfico de sustancias ilícitas en ese país. Como parte de su plan criminal, al parecer, se instaló en el municipio de Vigo (España) para recibir los cargamentos que eran enviados del Caribe colombiano, acopiarlos, ocultarlos en vehículos de gama alta y distribuirlos en territorio español, en Bélgica y Países Bajos.

Peñaranda Torres fue capturado en marzo de 2017, junto a otras 24 personas en la provincia de Pontevedra. Durante más de tres años estuvo privado de la libertad y a disposición de la justicia española; sin embargo, quedó en libertad luego de supuestas maniobras y regresó a Colombia. Desde entonces hay indicios de posibles nexos con disidencias de las Farc en Norte
de Santander para reactivar las rutas de salida de cocaína.