En un hecho sin precedentes, un grupo de al menos doce hombres fuertemente armados protagonizó un audaz asalto en la pista del aeropuerto Almirante Padilla de Riohacha, La Guajira, este miércoles 9 de abril. El comando armado irrumpió en plena zona de operaciones aéreas para interceptar un carro de valores de la empresa Brinks y llevarse una millonaria suma de dinero que sería transportada por vía aérea.

El ataque ocurrió en horas de la tarde, cuando los delincuentes ingresaron al aeropuerto a bordo de una camioneta de alta gama y se dirigieron directamente hacia el vehículo blindado. Con armas largas y movimientos coordinados, intimidaron al personal de seguridad y, tras un intercambio de disparos, lograron apoderarse de al menos 24 tulas llenas de efectivo.

Pasajeros y trabajadores del aeropuerto vivieron momentos de pánico al escuchar los disparos y presenciar la escena. Según reportes preliminares, no se registraron heridos durante el enfrentamiento.

Tras el asalto, los delincuentes huyeron rápidamente por la vía que comunica a Riohacha con Santa Marta. Posteriormente, una de las camionetas utilizadas en la operación fue hallada incinerada en una trocha detrás de un motel, en el corregimiento de Tigreras.

Las autoridades locales activaron de inmediato un plan candado en conjunto con la Policía Nacional y el Ejército, mientras que se alertó a los departamentos vecinos del Cesar y Magdalena para apoyar en la búsqueda de los responsables.

El alcalde de Riohacha, Genaro Redondo, calificó el hecho como «gravísimo» y aseguró que se están desplegando todas las capacidades institucionales para capturar a los responsables y esclarecer los detalles del operativo criminal.

La Aeronáutica Civil suspendió las operaciones del aeropuerto por cerca de una hora, mientras se verificaban las condiciones de seguridad. Minutos después, las actividades fueron reanudadas.

Aunque aún no se ha revelado oficialmente el monto exacto de lo robado, se presume que el botín asciende a varios miles de millones de pesos, lo que convertiría este atraco en uno de los más grandes de los últimos años en Colombia.

Las autoridades continúan la investigación y no descartan que se trate de una estructura criminal organizada con conocimiento interno de las operaciones aeroportuarias y de transporte de valores.