La periodista investigativa Amalfi Rosales y su hermano, el camarógrafo Jairo Rambal, denuncian haber sido objeto de amenazas reiteradas por parte de estructuras criminales que operan en el Caribe colombiano. Las intimidaciones estarían relacionadas con las investigaciones periodísticas que adelantan sobre los vínculos del exalcalde de Magangué, Jorge Luis Alfonso López, alias el Gatico, con redes de corrupción, narcotráfico y organizaciones criminales como Los Pepes.
Jairo Rambal, quien es firma sus videos cómo J.R.G quien ha sido la mano derecha de Rosales en múltiples coberturas y reportajes de alto riesgo, fue blanco directo de las amenazas más recientes. Según denuncias radicadas ante la Fiscalía General de la Nación, la presión ha escalado a tal punto que ambos comunicadores se vieron obligados a salir de Barranquilla y resguardarse en Bogotá, por temor a un atentado en su contra.
A pesar de su papel detrás de cámaras, Rambal ya ha sido plenamente identificado por la red criminal que lidera alias el Gatico. Su vida y la de su familia se encuentran en riesgo, y las medidas de protección institucionales han resultado insuficientes. “Jairo teme por su vida y no hay garantías reales para su seguridad ni la de sus hijos”, aseguró Rosales.
¿Quién es alias ‘el Gatico’?
Jorge Luis Alfonso López, conocido como el Gatico, es hijo de la fallecida empresaria del chance Enilce López, alias La Gata, y ha sido condenado por el asesinato del periodista Rafael Prins en 2005. Pese a su historial judicial, fue designado gestor de paz por el gobierno de Gustavo Petro en 2023, desatando fuertes críticas desde distintos sectores.
Actualmente, según fuentes de inteligencia y periodísticas, López estaría ejerciendo poder desde las sombras con el apoyo de grupos armados organizados. Su nombre ha sido vinculado a la reconfiguración de alianzas ilegales en la Costa Caribe, particularmente con un grupo conocido como Los Pepes, conformado por disidencias de estructuras paramilitares y bandas narcotraficantes.
Silenciar la prensa, una vieja fórmula
Las investigaciones adelantadas por Rosales y su equipo han puesto en evidencia conexiones peligrosas entre actores políticos, contratistas regionales y estructuras criminales. “Sabíamos que tocar estos hilos era peligroso, pero no imaginamos que la respuesta sería tan directa y tan brutal”, expresó la periodista.
Las amenazas no solo buscan frenar su trabajo, sino enviar un mensaje a otros comunicadores. Rosales, aunque firme en su compromiso con la verdad, no descarta desvincularse temporalmente del ejercicio periodístico para proteger su vida y la de su equipo. “La vida es sagrada y no hay historia que valga más que ella”, afirmó.
Llamado a las autoridades
Desde la capital, Rosales hizo un llamado urgente a la Fiscalía, la Unidad Nacional de Protección y la Procuraduría General, para que asuman con seriedad la situación de riesgo y brinden medidas de protección efectivas. “No queremos que el Estado llegue tarde. No necesitamos un pronunciamiento póstumo, necesitamos garantías hoy”, insistió.
El periodista Gonzalo Guillén también ha alertado públicamente a las autoridades sobre la gravedad de las amenazas contra Amalfi Rosales y Jairo Rambal, solicitando acciones urgentes para proteger sus vidas y garantizar el ejercicio libre del periodismo investigativo en Colombia.
Este nuevo episodio revive el debate sobre las garantías reales que existen para ejercer el periodismo investigativo en Colombia, particularmente en regiones donde el poder criminal se entrelaza con el poder político.