En el día 30 de la audiencia contra Álvaro Uribe Vélez, la defensa del expresidente rechazó categóricamente las acusaciones presentadas por un testigo, quien aseguró haber escuchado una conversación entre Diego Cadena, abogado de Uribe, y otras personas relacionadas con el caso. El testigo afirmó que Cadena habría mencionado la implicación de armas en las negociaciones con testigos.

Desmentido rotundo de la defensa

El abogado de Uribe, en su intervención ante el tribunal, negó de manera tajante cualquier tipo de conversación sobre el uso de armas o manipulación de testigos. Según la defensa, el testimonio del testigo carece de fundamento y está basado en rumores sin evidencia tangible. La defensa considera que este tipo de acusaciones son parte de una estrategia para desacreditar al expresidente y desviar la atención de los hechos reales del caso.

El abogado insistió en que Álvaro Uribe no tiene relación alguna con las acusaciones de soborno o manipulación de testigos, y que todas las acusaciones son parte de un montaje orquestado por personas interesadas en dañar la reputación del exmandatario.

El impacto de las acusaciones

Aunque la defensa de Uribe rechazó las afirmaciones, el testimonio del testigo generó un gran revuelo en la audiencia. Las declaraciones sobre las armas y la manipulación de testimonios siguen siendo un punto clave en el juicio, pero hasta el momento no se han presentado pruebas que respalden las acusaciones.

Para la defensa, este tipo de acusaciones no tienen cabida en un juicio justo y se enfocaron en cuestionar la credibilidad del testigo, argumentando que sus declaraciones son infundadas y carentes de pruebas reales. Según la defensa, el expresidente está siendo sometido a una persecución judicial injustificada.

Continuidad del proceso

La audiencia sigue adelante y se esperan más testimonios en los próximos días. La defensa confía en que con la presentación de pruebas y argumentos sólidos, se demostrará que las acusaciones en contra de Álvaro Uribe son infundadas. Por su parte, el expresidente mantiene su postura de que todo lo relacionado con el caso es un intento de tergiversar la verdad y destruir su imagen.