En una serie de publicaciones en X, el expresidente Álvaro Uribe Vélez expresó sus críticas a la reforma laboral que se está discutiendo en Colombia. Aunque reconoció la eliminación de algunas propuestas que consideraba perjudiciales, señaló varios puntos que, según él, tendrían un impacto negativo en el país.

Primero, criticó el cambio en los recargos nocturnos. Actualmente, el trabajo nocturno con recargo inicia a las 9 p.m., pero con la reforma se adelantaría a las 7 p.m., lo que aumentaría el tiempo de trabajo nocturno con recargo a 11 horas, en comparación con países como Brasil, Perú y Chile, que tienen 8 horas con recargos desde las 10 p.m. hasta las 6 a.m. Uribe mencionó que esto colocaría a Colombia en desventaja competitiva, con más recargos laborales que otros países de la región.

En cuanto a los contratos de aprendizaje, Uribe señaló que convertir este tipo de contratos en contratos laborales incrementaría sus costos, lo que reduciría la posibilidad de aumentar el número de aprendices en el país. Actualmente, Colombia tiene aproximadamente un millón de personas entre aprendices y pasantes, pero según el expresidente, si los contratos de aprendizaje se encarecen, será difícil alcanzar un potencial de 3 millones de aprendices, lo que afectaría la formación de nuevas generaciones en sectores productivos importantes, incluyendo la inteligencia artificial.

El tercer punto que abordó fue la extensión de la licencia de paternidad, que con la reforma pasaría de 14 a 42 días. Uribe argumentó que esta medida es excesiva en comparación con otros países latinoamericanos, donde la licencia oscila entre 2 y 10 días. Afirmó que este tipo de cambios, en el contexto actual, impactarían negativamente a las pequeñas empresas, que ya enfrentan dificultades para adaptarse a las nuevas normativas.

Finalmente, el expresidente concluyó que el contexto económico del país es inadecuado para implementar esta reforma laboral, señalando que más empresas han cerrado que durante la pandemia, y que la inversión está disminuyendo debido a la incertidumbre que generan estas nuevas regulaciones. También advirtió que la reforma no solo afectará la creación de empleo, sino que obstaculizará el aumento gradual de salarios, especialmente en el sector de pequeñas empresas, que tienen menos capacidad para adaptarse a los cambios tecnológicos.