A los 82 años, cuando muchos artistas ya habrían guardado sus acordeones y sus nostalgias, Alfredo Gutiérrez vuelve a demostrar que el verdadero talento no envejece: evoluciona. Con una vitalidad que conmueve y una grandeza que nadie discute, el tricampeón del Festival Vallenato presenta una nueva versión de su clásico “Dos mujeres”, esta vez acompañado por las voces frescas y talentosas de Dianey Hoyos e Isabel Sofía Picón, dos artistas que representan el presente y el futuro del género.
Pero más allá de una colaboración musical, este lanzamiento es un símbolo: es el encuentro de generaciones alrededor de un hombre cuya obra marcó la identidad musical de un país.
Un clásico que renace sin perder su alma
“Dos mujeres” es, desde hace décadas, una de esas canciones que se cantan con los ojos cerrados. Un relato de sentimientos cruzados, de decisiones difíciles, de ese amor que, como decía Gutiérrez, “a veces se vuelve batalla entre la razón y el corazón”.
En esta nueva versión, las voces de Hoyos y Picón le dan un aire renovado sin traicionar la esencia. La melodía sigue siendo esa confesión abierta, íntima, que Alfredo interpreta con la sinceridad de siempre, pero ahora envuelta en matices modernos que la vuelven vigente para nuevas audiencias.
El resultado es una pieza que no solo se escucha: se siente.
Alfredo Gutiérrez: un hombre que convirtió su vida en vallenato
Hablar de Alfredo Gutiérrez es hablar de historia. De un niño genial que comenzó a tocar acordeón casi antes de aprender a escribir, de un músico que, sin pedir permiso ni perdón, rompió moldes y expandió el vallenato más allá de sus fronteras naturales.
Su carrera es un libro abierto lleno de capítulos inolvidables:
– Su paso por Los Corraleros de Majagual, revolucionando la música tropical.
– Su consagración como tricampeón del Festival de la Leyenda Vallenata, un honor casi mítico.
– Su voz y su acordeón interpretando himnos que ya no son suyos, porque pertenecen al pueblo.
Cada una de sus canciones tiene la marca de un artista que nunca buscó imitar a nadie, porque sabía que había nacido para ser único.
Por eso, este nuevo lanzamiento no es solo un estreno musical: es un recordatorio de que el maestro sigue aquí, de pie, inspirando.El encuentro con Dianey Hoyos e Isabel Sofía Picón confirma algo que siempre se ha sabido: Alfredo Gutiérrez no solo es un artista, sino un formador de caminos. Al sumar estas voces femeninas, jóvenes pero contundentes, demuestra otra vez su grandeza: la de entender que la música se mantiene viva cuando se comparte.
No se trata solo de cantar juntos: se trata de entregar el legado en vida, con generosidad y sabiduría.
Un homenaje que también es gratitud
Escuchar esta nueva versión de “Dos mujeres” es también un acto de agradecimiento. Porque Alfredo Gutiérrez ha sido compañero de fiestas, de viajes, de nostalgias, de amores y desamores. Ha puesto música a los recuerdos de varias generaciones.
Y hoy, a sus 82 años, nos enseña otra lección: la pasión no tiene fecha de vencimiento.
Alfredo no lanza una canción más; lanza un mensaje: “Mientras haya acordeón y corazón, siempre habrá vallenato.”
