El Gobierno de Estados Unidos alcanzó un acuerdo con el régimen de Nicolás Maduro para liberar al empresario colombiano Alex Saab, preso en Miami por lavado de activos, a cambio de la excarcelación de ocho estadounidenses presos en Venezuela. Esto lo afirman fuentes cercanas al FBI, agencia que está en desacuerdo con el arreglo con Maduro.
Los términos del acuerdo se desconocen, pero es posible que la liberación de Saab tenga lugar durante las próximas horas.
Como parte del mismo acuerdo ayer fueron liberados por el régimen de Maduro dos ciudadanos estadounidenses, de un total de ocho que serían canjeados. Se trata de dos exmilitares que pertenecieron al cuerpo de Fuerzas Especiales, conocidos como “Boinas verdes”. Son ellos Luke Denman y Airan Berry.
Ellos hacen parte de grupos de mercenarios estadounidenses que en mayo de 2020, arribaron a las zonas pesqueras de Macuto y Chuao con el iluso propósito de tomar el control militar de Venezuela junto con un puñado de reservistas y militares disidentes venezolanos. La llamada operación Gedeón fue un fracaso monumental. Los fieros boinas verdes vieron morir ocho de sus compañeros de aventura y hubo decenas de capturados.
El comandante de la operación, el ex sargento de boinas verdes Jordan Goudreau, propietario de la empresa de seguridad privada Silvercorp USA que funciona en Florida, afirmó que organizó el ataque bajo la promesa de un pago del “gobierno interino”. Refiriéndose al de Juan Guaidó.
Los dos exmilitares más seis civiles pendientes recuperarían su libertad a cambio de la de Alex Saab, señalado por Estados Unidos como el principal testaferro de Nicolás Maduro.
La fortuna del empresario colombiano se calcula en 1.000 millones de dólares y se deriva principalmente de negocios turbios con el gobierno venezolano. Entre ellos los alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), que en muchos casos estaban vencidos o podridos. O casas prefabricadas para los más necesitados que resultaron ser unas pocas fotografiadas en varios puertos de ingreso para hacerlas aparecer como muchas.
También autoridades estadounidenses creen que Saab es la llave biométrica para abrir las bóvedas de seguridad que almacenan fortunas producto de la corrupción en Venezuela. Es decir que presuntamente con los ojos de Álex Saab se abren las cajas fuertes que guardan el botín de muchos años de robo al pueblo venezolano.
Saab fue arrestado en 2020 en Cabo Verde, África, donde hizo escala de reaprovisionamiento de combustible de su avión cuando viajaba de Caracas a Teherán, supuestamente en misión diplomática como “enviado especial” del régimen venezolano.
Mientras el Departamento de Justicia, la agencia antidrogas DEA y el Buró Federal de Investigaciones FBI se inclinan por un castigo ejemplar para Álex Saab; el Departamento de Estado ve el tema con más pragmatismo y piensa que la liberación de Saab sirve para acercar a Venezuela a Washington y alejarla de Moscú y quizás también para aliviar la presión migratoria que se está volviendo un problema de marca mayor en Estados Unidos: Hace menos de 24 horas, por ejemplo llegaron 12.000 migrantes venezolanos a Piedras Negras, en la frontera de Estados Unidos con México. Ellos son parte de una gigantesca oleada migratoria a Estados Unidos que supera las 200.000 personas y que puede volverse el principal tema de la campaña presidencial.
Una parte importante de los difíciles números que tiene el presidente Joe Biden en las encuestas se relaciona con lo que algunos consideran incapacidad de su gobierno para manejar la crisis migratoria.
Este martes a las 5:00 de la tarde Álex Saab se reunió con uno de sus abogados en el Federal Correctional Center, una cárcel federal en el centro de la ciudad de Miami que ha tenido entre sus huéspedes a Diego Fernando Murillo Bejarano, alias don Berna, a Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y al exministro Andrés Felipe Arias.
Es decir, al menos hasta las 5 de la tarde de ayer, Saab seguía preso pero la situación puede cambiar en las próximas horas. Su ficha del Buró Federal de Prisiones, puede verse aquí.
Saab es un sindicado y no un condenado aún. Siete de los ocho cargos contra él fueron desestimados por un juez quedando vigente únicamente el de lavado de dinero.
No sería la primera vez que Estados Unidos, y específicamente el gobierno de Joe Biden, hace canje de delincuentes relacionados con Venezuela, incluso ya condenados, por estadounidenses presos en ese país.
Así sucedió con los llamados “narcosobrinos”. Les cuento brevemente la historia: En 2015 fueron capturados por la DEA en Haití los venezolanos Efraín Campo Flores y Francisco ‘Franqui’ Flores cuando trataban de entrar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos. Los narcotraficantes son sobrinos de Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro.
Los narcosobrinos fueron juzgados y condenados a 18 años de prisión por una corte de Nueva York. Sin embargo, en octubre de 2022 fueron liberados y canjeados por dos exmarines y cinco ejecutivos estadounidenses de Citgo, la cadena gasolinera venezolana que estaban presos en Venezuela. El canje se efectuó en territorio de las caribeñas islas de San Vicente y las Granadinas.
Además, el gobierno estadounidense le permitió a la petrolera Chevron reanudar sus negociaciones con PDVESA para proseguir sus actividades en la faja del Orinoco.
Así es que la liberación de Álex Saab no sería tan exótica como suena a primera vista, y además posiblemente esté acompañada con una liberación de bienes de Maduro y sus allegados, embargados por Estados Unidos.
También, posiblemente, de la habilitación de María Corina Machado para participar en las futuras elecciones presidenciales.
Más de uno va a suspirar aliviado por el silencio de Álex Saab si vuelve a Venezuela sin contar lo que hizo con los que lo ayudaron.
Tengo tantas cosas que contarles sobre el detrás de bambalinas del tema de los pasaportes en la Cancillería que quizás sea mejor que guardemos ese relato para el próximo viernes cuando les traeremos el último reporte del año.