Las investigaciones preliminares sobre el accidente del vuelo de Air India han dado un giro significativo: todo apunta a que no se trató de una falla técnica en la aeronave, sino de una posible intervención directa de los pilotos.
Fuentes cercanas a la investigación señalan que los primeros análisis de las cajas negras y los registros de vuelo no muestran anomalías mecánicas ni electrónicas que expliquen lo ocurrido. En cambio, se detectaron maniobras inusuales y comunicaciones internas que han encendido las alertas sobre el rol de la tripulación en el desenlace del siniestro.
Esta nueva línea de investigación abre interrogantes sobre el estado físico, emocional y psicológico de los pilotos en el momento del vuelo, así como sobre posibles errores humanos o decisiones fuera del protocolo establecido.
Mientras tanto, las autoridades aeronáuticas han reforzado los controles y protocolos de seguridad, y los familiares de las víctimas exigen respuestas claras y responsables sobre lo sucedido en este trágico vuelo.
El caso sigue en desarrollo, pero todo indica que el foco ahora se centra en la conducta humana y no en las máquinas.
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