Un rector en el ojo del huracán
El nombre de Carlos Arturo Robles Julio, rector de la Universidad de La Guajira, volvió a ocupar titulares nacionales. Esta vez, no por logros académicos, sino por un expediente judicial que lo vincularía con una red de narcotráfico y lavado de activos.
Al tiempo, el propio Robles se presenta como víctima de un montaje y de una persecución orquestada por un fiscal antinarcóticos al que ahora denuncia formalmente ante la justicia.
El expediente que lo señala
Una publicación de Revista Semana reveló detalles de un expediente reservado que lo identifica como presunto “cabecilla” de un cartel de narcotráfico con operaciones en el norte del país.
Según la investigación, el documento contiene declaraciones, informes de inteligencia y seguimientos que lo vincularían con redes dedicadas al tráfico de drogas y al lavado de activos a través de contratos institucionales.
Aunque la Fiscalía no ha hecho público el número del proceso ni su contenido completo, fuentes del organismo citadas por Semana aseguran que existen elementos de prueba suficientes para abrir una investigación formal.
El escándalo sacudió a la Universidad de La Guajira, institución que Robles dirige desde hace más de una década y que hoy enfrenta cuestionamientos por presunta corrupción y manejo político de sus recursos.
La contraofensiva: denuncia contra un fiscal antinarcóticos
Pocas semanas después de conocerse la información, el rector presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación contra el fiscal Rafael Francisco Rojas Orcasitas y el empresario Eddie José Gnecco, a quienes acusa de extorsión, persecución y uso indebido de su cargo.
Según Robles, ambos le propusieron que la Universidad comprara un lote por 12.500 millones de pesos, pese a que el valor real no superaba los 2.500 millones. Su negativa habría desatado —según su versión— una campaña de presiones, amenazas y desprestigio, que incluyó su supuesta vinculación con alias “Boliche”, un individuo señalado por las autoridades de participar en operaciones de narcotráfico entre Colombia y Estados Unidos.
El rector asegura que todo comenzó con un desayuno en Riohacha y continuó con una reunión en Bogotá, en la que se le advirtió “de las consecuencias” de no acceder a la propuesta.
Tras su negativa, denuncia que su residencia fue allanada y que desde entonces es objeto de vigilancia y hostigamientos.
Alias “Boliche” y el componente internacional
En la denuncia presentada, Robles señala que se intentó asociarlo con Jorge Luis Hernández, conocido como alias “Boliche”, un individuo que habría sido investigado por tráfico de drogas y lavado de activos en Estados Unidos.
El rector insiste en que esa relación es falsa y fabricada, y pide que la DEA y la Fiscalía revisen las comunicaciones y pruebas que —según dice— demostrarían la manipulación del caso.
Hasta el momento, ninguna autoridad norteamericana ha emitido una declaración oficial sobre esta supuesta conexión.
Entre la corrupción y la persecución
El caso se ha convertido en una batalla entre dos poderes: el académico y el judicial.
Por un lado, el rector denuncia una estructura de corrupción dentro de la Fiscalía; por el otro, enfrenta múltiples señalamientos sobre manejos irregulares de recursos públicos, contratación y permanencia prolongada en el cargo.
Sus críticos sostienen que esta denuncia podría ser una estrategia de defensa ante las investigaciones que lo cercan. Sus defensores, en cambio, aseguran que se trata de un montaje institucional para sacarlo del camino.
Lo que está en juego
El escándalo trasciende lo personal. Expone el poder que concentran algunas figuras públicas en La Guajira y la débil frontera entre la política, la educación y el crimen organizado.
En un departamento históricamente golpeado por la corrupción, el caso del rector de Uniguajira se convierte en símbolo de una lucha más profunda: la disputa por el control de los recursos y la verdad.
Por ahora, ni el expediente de la Fiscalía ni la denuncia del rector han tenido una resolución definitiva. Ambos procesos siguen en curso y bajo reserva judicial.
La pregunta que queda abierta es si este enfrentamiento revelará la verdad sobre un presunto entramado de narcotráfico o si será otro episodio donde la justicia y el poder se confunden entre sombras.
El Espacio Noticias continuará monitoreando las investigaciones, los pronunciamientos oficiales y las nuevas evidencias que puedan esclarecer este complejo cruce entre el poder académico y las estructuras del narcotráfico en La Guajira.