En el marco de una operación de inteligencia y asalto de la Policía Nacional y el Ejército, fueron abatidos Iván Darío Pérez, alias “Román o Aguilar”, y Jorge Iván Salazar Ospina, alias “Guillermino”, dos de los más temidos jefes del GAO-r Estructura 36 del Estado Mayor Central, responsables de múltiples acciones criminales en el nordeste antioqueño.

Trayectoria criminal de alias “Román”

Alias “Román” tenía 14 años de trayectoria delictiva. Inició como integrante de las antiguas FARC-EP y posteriormente se acogió al Proceso de Paz en el ETCR de la vereda La Plancha, en Anorí. Sin embargo, desertó del proceso y se reincorporó a las filas de las disidencias, donde asumió un rol de mando dentro de la estructura 36.

Desde allí intentaba ejercer control territorial en el municipio de Campamento (Antioquia), dinamizando confrontaciones armadas contra el Clan del Golfo que provocaron desplazamientos masivos y confinamientos de comunidades rurales.

Contaba con órdenes de captura vigentes por homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y tráfico de armas de fuego y municiones.

El explosivista “Guillermino

Por su parte, alias “Guillermino”, reconocido como cabecilla y experto en explosivos de la misma estructura, llevaba 7 años en la organización armada. Ingresó en 2018 y fue capturado ese mismo año en Anorí por explotación ilícita de yacimientos mineros, pero recuperó su libertad y regresó a la clandestinidad.
Tenía seis procesos judiciales en curso, entre ellos por terrorismo, porte de armas de uso privativo de las FF.MM. y concierto para delinquir con fines de homicidio. Operaba principalmente en los municipios de San Andrés de Cuerquía y Toledo (Antioquia).

Inteligencia y tecnología criminal

Las autoridades llegaron a los cabecillas tras el análisis de 35 horas de interceptaciones de 31 líneas telefónicas, donde se evidenció la coordinación logística para atentados, narcotráfico, minería ilegal y control territorial.

El proceso judicial incluyó además nueve entrevistas, cuatro reconocimientos en álbum fotográfico, la extracción de información de un celular incautado y cotejos morfológicos de sospechosos vinculados al atentado del 21 de agosto en Amalfi, en el que fueron asesinados 13 policías y destruido un helicóptero institucional.

La inteligencia también estableció que el GAO-r E-36 habría recibido capacitaciones en el uso de drones DJI M30T, con capacidad de transportar hasta 16 kilos de carga explosiva, un recurso tecnológico que pretendían usar en futuras acciones terroristas.

En cumplimiento de las órdenes de policía judicial, se desarrolló un enfrentamiento armado en el nordeste antioqueño que dejó como saldo cuatro abatidos (tres hombres y una mujer). Entre ellos se encontraban alias “Román” y alias “Guillermino”.
Durante la operación se incautó un arsenal compuesto por:

1 pistola Five Seven

1 pistola Glock

1 granada de fragmentación

13 proveedores para fusil

2 artefactos explosivos

2 radios de comunicaciones

1 caja con pólvora negra

5 celulares

2 brazaletes y prendas alusivas al GAO-r E-36

Escritos con simbología de las disidencias de las FARC

En la vivienda allanada, las unidades hallaron gran cantidad de explosivos que debieron ser destruidos de manera controlada por expertos antiexplosivos de la Policía.

Las investigaciones indican que alias “Román” y alias “Guillermino” fueron los presuntos responsables de la preparación y ejecución del atentado en Amalfi (Antioquia), donde una carga explosiva dirigida contra un grupo de erradicación de cultivos ilícitos terminó con la vida de 13 uniformados y destruyó un helicóptero policial.

Con la caída de estos dos cabecillas, las autoridades consideran que se trata de uno de los golpes más duros recientes contra la estructura 36 del Estado Mayor Central, responsable de sembrar terror en el nordeste antioqueño mediante el narcotráfico, la minería ilegal, la instalación de explosivos y el desplazamiento de comunidades campesinas.