La ciudad de Chicago se convirtió en epicentro del pulso político entre la administración de Donald Trump y los gobiernos locales que rechazan su estrategia de seguridad migratoria. El expresidente ordenó el despliegue de más de 200 agentes federales en la ciudad, como parte de un plan de redadas a gran escala contra inmigrantes en situación irregular, mientras la alcaldía y el estado de Illinois levantan un muro de resistencia legal y política.

Operativo federal en marcha

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó que el operativo podría arrancar después del feriado del Día del Trabajo, el 5 de septiembre. Los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) utilizarán como base logística la estación naval de Great Lakes, a unos 60 kilómetros de la ciudad. La secretaria del DHS, Kristi Noem, no descartó la participación de la Guardia Nacional si la situación lo requiere.

Orden ejecutiva de resistencia

En respuesta, el alcalde Brandon Johnson firmó la orden ejecutiva denominada Protecting Chicago Initiative, que prohíbe a la policía local colaborar en detenciones migratorias y establece exigencias a los agentes federales: portar cámaras corporales, identificarse con nombre y número de placa, y abstenerse de cubrirse el rostro. Además, ordena a las agencias municipales desplegar recursos legales y campañas informativas para garantizar los derechos de los residentes.

Rechazo estatal y tensión política

El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, denunció la falta de consulta por parte de la Casa Blanca y advirtió que el despliegue representa “una amenaza a la democracia y a la autonomía local”. Tanto él como el alcalde Johnson sostienen que los índices de criminalidad en Chicago han bajado, lo que refuta el argumento federal de inseguridad como justificación para la operación.

Comunidades en alerta

Organizaciones civiles y defensores de derechos humanos alertaron sobre un posible clima de militarización en los barrios con alta presencia migrante. En las calles ya se registran protestas, mientras líderes comunitarios instan a la población a conocer sus derechos y evitar caer en el miedo.

Un pulso que trasciende Chicago

El operativo forma parte de la estrategia nacional denominada Operación Safeguard, que contempla redadas masivas en varias “ciudades santuario” como Los Ángeles, Nueva York y Seattle. La disputa en Chicago marca un precedente sobre los límites de la autoridad federal frente a las decisiones de los gobiernos locales.