Las Fuerzas Militares neutralizaron a miembros de esta estructura delictiva implicada en narcotráfico, minería ilegal y ataques a la fuerza pública en el Pacífico colombiano

En el marco de una operación conjunta entre la Armada de Colombia y el Ejército Nacional, fueron dados de baja dos presuntos integrantes del Grupo Armado Organizado Residual (GAO-r) “Rafael Aguilera”, perteneciente al Bloque Occidental “Jacobo Arenas”. La acción se desarrolló en zona rural del municipio de Santa Bárbara de Iscuandé, departamento de Nariño, informó el Coronel Jorge Enrique González Orejuela, Comandante de la Brigada de Infantería de Marina No. 4.

La operación militar tuvo lugar en la vereda El Salto, donde, según información de Inteligencia Naval, los sujetos estarían recibiendo dinero producto de la comercialización ilegal de oro y del narcotráfico. Al percatarse de la presencia de las tropas, los hombres reaccionaron con fuego, dando inicio a un combate que terminó con su muerte en desarrollo de operaciones militares.

Durante la inspección posterior a la acción armada, se incautaron tres fusiles de distintos calibres y tres proveedores, elementos que fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales.

De acuerdo con fuentes de inteligencia, los presuntos delincuentes tendrían una amplia trayectoria criminal, vinculada a actividades como tráfico de estupefacientes, extorsión, homicidios selectivos y explotación ilícita de minerales. Uno de ellos sería explosivista del GAO-r, lo que refuerza las hipótesis sobre su participación directa en atentados recientes contra la Fuerza Pública.

Este grupo armado residual es señalado como autor del ataque contra una patrullera de apoyo fluvial de la Armada, perpetrado el 21 de febrero en el río Micay, así como del atentado terrorista del pasado 12 de junio contra las instalaciones del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 42, en el municipio de Guapi, Cauca.

El Coronel González Orejuela aseguró que las Fuerzas Militares mantienen una ofensiva permanente contra los grupos armados que delinquen en el litoral Pacífico. “Estas operaciones son una respuesta contundente a quienes atentan contra la vida de nuestras comunidades y la institucionalidad del Estado”, afirmó.

La Armada de Colombia, a través de su Fuerza Naval del Pacífico, reiteró su compromiso de restablecer el orden público, proteger la soberanía territorial y garantizar el respeto por los derechos humanos, en una región históricamente golpeada por el conflicto armado, el narcotráfico y la minería ilegal.