Diego Marín, señalado como zar del contrabando en Colombia, fue liberado por decisión del Tribunal Supremo luso. El gobierno colombiano prepara respuesta diplomática
El Tribunal Supremo de Justicia de Portugal ordenó la liberación inmediata de Diego Marín Buitrago, conocido como alias “Papá Pitufo”, uno de los hombres más buscados por las autoridades colombianas por presunta participación en redes de contrabando, lavado de activos y corrupción a gran escala. La decisión judicial, que tomó por sorpresa a sectores diplomáticos y judiciales en Colombia, se basa en la figura de hábeas corpus, luego de constatar que Marín llevaba más de seis meses detenido sin resolución efectiva sobre su proceso de extradición.
Marín, capturado en territorio portugués a mediados de 2024, era solicitado por la justicia colombiana bajo cargos de concierto para delinquir agravado y cohecho. Según expedientes de la Fiscalía General de la Nación, habría operado durante más de una década una compleja red que facilitaba la entrada irregular de mercancías por la Costa Caribe y los Llanos Orientales, utilizando una estructura empresarial fachada con nexos políticos y transnacionales.
La corte portuguesa resolvió que la prolongación de su detención preventiva, sin una definición concreta de extradición ni avance en su solicitud de asilo, viola principios fundamentales del derecho penal europeo. La medida, sin embargo, no implica su absolución ni el cierre del proceso. Marín continuará vinculado judicialmente en Portugal mientras se define si será extraditado a Colombia o si se le concede asilo humanitario.
Según fuentes diplomáticas, Marín habría solicitado protección internacional alegando persecución política en su país. Esa amenaza se pudo verificar con fuentes de alta credibilidad que contactaron a este medio.
Una figura polémica
Alias “Papá Pitufo” fue durante años una figura visible en regiones como La Guajira, Córdoba, Arauca y Norte de Santander. Su apodo, que inicialmente generaba incredulidad, terminó consolidándose en informes de inteligencia que lo mencionan como un supuesto “coordinador logístico” de cargamentos de contrabando provenientes de Venezuela, Centroamérica y Asia.
Además del comercio ilegal, Marín fue vinculado por denuncias ciudadanas y reportes reservados a procesos de soborno a funcionarios públicos, participación en campañas electorales locales y control de puertos fluviales no autorizados.
En Colombia, el expediente penal incluye además testimonios que lo relacionan con redes de protección dentro de entidades aduaneras y con contratos de logística portuaria, firmados presuntamente mediante terceros con gobiernos municipales entre 2015 y 2022.
Reacciones oficiales
El presidente Gustavo Petro calificó este lunes la decisión judicial como “grave y desconcertante”, asegurando que Marín “es el mayor contrabandista de Colombia y quizás su principal lavador de activos”. El mandatario afirmó que su gobierno reactivará canales diplomáticos con Portugal, España y la Comisión Europea, buscando garantizar que se haga justicia.
Por su parte, la Fiscalía General ha confirmado que sigue activa la solicitud de extradición y que, en caso de negarse esta vía, “persisten mecanismos multilaterales para la judicialización internacional”.
¿Qué viene ahora?
Aunque recupera su libertad física, Diego Marín deberá permanecer en territorio portugués mientras se resuelven dos aspectos clave:
- La respuesta definitiva a la solicitud de extradición de Colombia.
- El fallo sobre su petición de asilo.
En paralelo, fuentes cercanas al caso no descartan que otras naciones, como España, Panamá o Estados Unidos, soliciten cooperación judicial por posibles vínculos de Marín con operaciones comerciales que cruzaron varias jurisdiccion.
El Valor estimado del contrabando vinculado a sus redes según reportan las autoridades: más de $600.000 millones de dólares en la última década.
Los Número de municipios bajo observación por presuntos contratos asociados a sus empresas: al menos 23, según documentos en poder de la Contraloría.
Denuncias ciudadanas recibidas entre 2018 y 2023: más de 60, la mayoría anónimas
Entre 2014 y 2025, el pulso entre la justicia y Diego Marín, alias “Papá Pitufo”, marcó un ascenso gradual de su notoriedad. Comenzaron las primeras denuncias públicas en 2014 contra Marín, señalándolo por fomentar actividades de comercio irregular en la Costa Atlántica, sin que en ese momento se llegara a una imputación judicial formal . En 2017, la Fiscalía lanzó una investigación formal, incluyéndolo en listas negras por delitos aduaneros, profundizando la indagación sobre una red de contrabando internacional que supuestamente contaba con respaldo institucional . En 2021 se emitió una orden de captura internacional, tras evidenciar su papel como coordinador de envíos ilegales a través de puertos como Cartagena y Buenaventura .
Capturado inicialmente en España, pero dejado en libertad con restricciones, se fugó a Portugal, donde finalmente fue detenido en diciembre de 2024, iniciándose un proceso de extradición y una solicitud de asilo político. Parte de su defensa alegó que existía un plan para asesinarlo si regresaba a Colombia.
Finalmente, en junio de 2025, el Tribunal Supremo de Portugal declaró la detención como ilegal tras un hábeas corpus, liberándolo de inmediato —sin cerrar los procesos de extradición ni de su petición de asilo— y ordenando su puesta en libertad bajo posibles medidas alternativas a la prisión .
El Espacio Noticias continuará el seguimiento de este caso, incluyendo las gestiones diplomáticas en curso y las reacciones desde los entes de control y justicia.