Una alarmante denuncia penal radicada ante la Fiscalía General de la Nación ha puesto en el centro de atención la vulnerabilidad de dos menores de edad, hijos de un exdiplomático colombiano, quienes habrían sido víctimas de supuestos abuso sexual, maltrato físico y violencia psicológica al interior del hogar materno.
El señalado es Carlos Humberto Niño Endara, hermano de Beatriz Josefina Niño Endara, quien fuera pareja del exembajador de Colombia en Ghana, Daniel Garcés Carabalí. La denuncia lo acusa de haber cometido presuntos actos sexuales abusivos con menores de 14 años, exhibiéndoles contenido pornográfico e incurriendo en comportamientos impropios con los niños, en un entorno que debería haber sido seguro: la casa de su propia hermana.
Según el expediente (NUNC 110016000050202541337), los hechos fueron relatados por los mismos menores a su padre, así como por dos niñeras que testificaron ante las autoridades. Ambas coincidieron en que Beatriz Niño habría tenido conocimiento de lo que ocurría y que, en lugar de actuar para proteger a sus hijos, permitió que el abuso se repitiera. Las declaraciones también hacen referencia a frecuentes episodios de ira, depresión y descontrol emocional por parte de la madre, que habrían generado un ambiente hostil e inestable para los menores.
Decisión bajo el principio de protección
Frente a la gravedad de las denuncias y tras la valoración preliminar de las pruebas, La Comisaría 11 de Familia de Suba I, en Bogotá, emitió una medida de protección provisional en favor del exembajador Daniel Garcés Carabalí y sus dos hijos menores de edad, de (13 años) y (11 años), en contra de la señora Beatriz Josefa Niño Enrada. Según la resolución, se ordena de manera inmediata cesar cualquier tipo de violencia, incluyendo física, verbal, psicológica, económica, amenazas, acoso y humillación, así como evitar el contacto con los menores. Además, se prohíbe a la accionada generar escándalos públicos, acosar presencial o virtualmente, y exponer a los niños a conflictos adultos. La audiencia fue citada para el 3 de febrero de 2025, y se ordenó apoyo policial en la residencia de los menores para garantizar el cumplimiento de la medida. La resolución advierte que el incumplimiento de estas órdenes podría acarrear sanciones económicas y penales
Actualmente el padre vive en Accra Ghana, pero la madre esta buscando mecanismos estratégicos para crear dudas sobre lo que expresan los niños y que le sea devuelto los dos menores, sin importar el riesgo en que se exponen, pese a ser su madre no se evidencia garantías de velar por los derechos de los infantes, tal como lo establece la ley.

Una oportunidad para hablar de hombres víctimas
Más allá de los aspectos familiares y penales, este caso ha abierto un debate que suele permanecer en la sombra: la violencia ejercida contra hombres dentro del núcleo familiar, especialmente cuando hay hijos de por medio. Casos como el del exembajador Garcés, en donde un hombre alega haber sido víctima de manipulación, presiones psicológicas y amenazas de carácter parental, ponen en evidencia una realidad poco reconocida: los hombres también pueden ser víctimas de violencia intrafamiliar y, en ocasiones, enfrentan obstáculos institucionales para denunciarla.
En este contexto, diversas voces han subrayado la necesidad de que el sistema judicial garantice una actuación objetiva, libre de estigmas y enfocada en los hechos y las pruebas, sin dar preeminencia a estereotipos de género.
Proteger la niñez, sin ideologías
Más allá de cualquier conflicto entre adultos, la prioridad innegociable deben ser los derechos de los menores. El caso, identificado requiere una actuación rápida y técnica por parte de entidades como la Fiscalía, el ICBF y las comisarías de familia. Los niños, independientemente de los vínculos parentales, deben crecer en ambientes seguros, libres de violencia física, emocional o negligencia.
Este caso pone sobre la mesa un tema urgente: la justicia no puede ser selectiva. Ni las víctimas ni los victimarios tienen género, y el compromiso del Estado debe ser el de actuar con imparcialidad, rigor y prioridad por la niñez, más allá de cualquier narrativa o interés particular.
El periodista Julián F. Martínez, quien ha seguido de cerca el caso, advirtió en su cuenta de X que el exembajador Garcés estaría enfrentando una campaña de persecución mediática donde, presuntamente, se habría instrumentalizado a sus hijos para atacarlo públicamente. “La justicia debe priorizar la protección de los menores con base en pruebas, no desinformación”, escribió.
Además, detalló que la Fiscalía investiga a Carlos H. Niño Endara por presuntos actos sexuales con menores de 14 años desde 2022, incluyendo inducción a la pornografía y otras violencias, hechos que habrían ocurrido en la vivienda de Beatriz Niño, en el sector de Colina Campestre. La denuncia fue presentada por el abogado Miguel Ángel del Río, quien también ha instado a las autoridades a actuar con celeridad, transparencia y sin sesgos.
Este lunes, la Comisaría de Familia de Suba deberá tomar una decisión trascendental sobre la custodia definitiva de los hijos del exembajador Daniel Garcés. La expectativa es alta, ya que de dicha resolución dependerá no solo el futuro inmediato de los menores, sino también la legitimidad con la que el sistema judicial colombiano enfrente este caso. Observadores y defensores de derechos de infancia insisten en que la decisión debe sustentarse únicamente en pruebas verificables, sin sesgos ideológicos ni presiones externas.