Una controversial declaración ha reavivado el debate sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia reciente de Colombia. El exalcalde de Cali respaldó públicamente al excapo del narcotráfico Carlos Lehder, al afirmar que este sí habría financiado al grupo guerrillero M-19 en la toma del Palacio de Justicia ocurrida en noviembre de 1985.

La afirmación del exmandatario local da un giro inesperado a la versión oficial que por décadas ha negado vínculos directos entre el narcotráfico y dicha acción armada. “Lehder no miente. Él tuvo razones y medios para apoyar al M-19 en esa operación. Era una estrategia para presionar a la Corte Suprema de Justicia, que en ese momento estudiaba la extradición de varios capos del cartel de Medellín”, declaró.

El respaldo del exalcalde surge luego de recientes declaraciones de Lehder, en las que el excapo –ya liberado tras cumplir una condena en EE. UU.– aseguró que el narcotráfico sí tuvo injerencia directa en el ataque al alto tribunal, una versión que había sido señalada en diversas investigaciones periodísticas, pero que carecía de voces políticas de peso que la confirmaran.

La toma del Palacio de Justicia, liderada por el M-19, dejó más de 100 muertos, entre ellos 11 magistrados de la Corte Suprema. Desde entonces, la verdad completa detrás del asalto ha sido objeto de controversia, con múltiples teorías que involucran al Estado, a los militares, y ahora, nuevamente, al narcotráfico.

Analistas señalan que este nuevo respaldo político podría reabrir investigaciones e incluso alimentar nuevas demandas por la verdad y la memoria histórica. “La relación entre narcotráfico y actores armados siempre ha existido, pero esta afirmación pone el foco directamente sobre una acción que marcó a Colombia para siempre”, señaló un experto en conflicto armado y justicia transicional.

Hasta el momento, ni el Gobierno ni organismos judiciales se han pronunciado sobre las nuevas declaraciones del exalcalde. Sin embargo, crecen las voces que piden una revisión a fondo del caso, para esclarecer lo que realmente ocurrió detrás de los muros del Palacio de Justicia hace casi 40 años.