Una nueva decisión del expresidente Donald Trump ha encendido las alarmas entre organizaciones humanitarias y comunidades migrantes en Estados Unidos. En un giro que podría tener consecuencias devastadoras, Trump revocó el estatus legal de más de 530.000 venezolanos, cubanos y nicaragüenses, dejando a miles de personas en situación de incertidumbre jurídica y riesgo de deportación.
El estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés), así como otras formas de alivio migratorio, habían sido implementados para ofrecer refugio a ciudadanos que huyen de regímenes autoritarios, crisis humanitarias y colapsos económicos. Para muchos, estas medidas representaban no solo una oportunidad de vida digna, sino también una vía para reconstruir su futuro lejos del conflicto y la represión.
Una medida con alto impacto humano
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes denuncian que esta decisión podría dejar a miles de familias en la sombra legal, vulnerables al abuso laboral, la discriminación y la separación familiar. “Se trata de personas que han trabajado, que pagan impuestos y que han contribuido a la economía estadounidense. Ahora se les condena a vivir con miedo”, señaló un portavoz de la Red Nacional de Jornaleros.
Motivaciones políticas y consecuencias sociales
Analistas coinciden en que esta medida podría responder más a intereses políticos y electorales que a una revisión técnica del programa. En un contexto de campaña, Trump vuelve a endurecer su discurso antimigratorio, apelando a su base más radical. Sin embargo, expertos advierten que decisiones como esta pueden socavar la imagen internacional de Estados Unidos como país defensor de las libertades y los derechos humanos.
Una diáspora en la cuerda floja
Los afectados provienen de países con profundas crisis internas. En Venezuela, más de 7 millones de personas han huido del país en los últimos años. En Cuba, la represión y la falta de oportunidades obligan a miles a emigrar. Y en Nicaragua, el autoritarismo y la persecución política continúan generando oleadas de desplazamiento. Para todos ellos, Estados Unidos había sido un refugio, pero ahora ese amparo se ve amenazado.
Llamado a la acción
Diversos sectores sociales y políticos instan a revertir esta medida y proteger a quienes han buscado una segunda oportunidad. “No se puede hablar de justicia y libertad mientras se le da la espalda a quienes más lo necesitan”, expresó un congresista latino en Washington.