El mundo del deporte está de luto: George Edward Foreman Sr., icónico boxeador, empresario, predicador y ejemplo de vida, falleció el 21 de marzo de 2025, rodeado de sus seres queridos. La noticia fue confirmada por su familia a través de un comunicado publicado en su cuenta oficial de Instagram.
“Con profundo dolor, anunciamos el fallecimiento de nuestro querido George Edward Foreman Sr., quien partió pacíficamente rodeado de su familia. Nuestros corazones están rotos”, expresa el mensaje, en el que también se destaca su papel como “predicador devoto, esposo entregado, padre amoroso, y orgulloso abuelo y bisabuelo”, además de un hombre cuya vida estuvo marcada por la fe, la humildad y el propósito.
Foreman fue mucho más que un campeón. Su legado trasciende los títulos y los récords. Campeón olímpico en México 1968, dos veces campeón mundial de peso pesado y protagonista de una de las hazañas más asombrosas del boxeo al recuperar el título mundial a los 45 años, fue una figura respetada tanto dentro como fuera del cuadrilátero.
Pero su grandeza no se limitó al deporte. Tras su retiro, dedicó su vida a predicar, a inspirar y a construir un legado basado en la disciplina, la convicción y los valores familiares. Su fe inquebrantable y su espíritu generoso lo convirtieron en un símbolo de superación personal para millones.
Además de su historia en el ring, Foreman se consolidó como un exitoso empresario con la popular George Foreman Grill, llevando su nombre a los hogares del mundo entero y demostrando que su energía y visión también brillaban en el mundo de los negocios.
“Fue profundamente respetado —una fuerza para el bien, un hombre de disciplina y convicción, y un protector de su legado— luchando incansablemente por preservar su buen nombre, el de su familia y sus principios”, agregó la familia.
El comunicado concluye con un mensaje de gratitud: “Estamos agradecidos por el derramamiento de amor y oraciones. Amablemente pedimos privacidad mientras honramos la extraordinaria vida de un hombre al que tuvimos la bendición de llamar nuestro”.
George Foreman deja una huella eterna. Se va un gigante del boxeo, pero también un ser humano admirable que supo combatir con nobleza, vivir con propósito y dejar un legado que seguirá inspirando por generaciones.