Los Comandos de la Frontera, una estructura criminal conformada por disidencias de las FARC y grupos paramilitares, continúan disputando el control del narcotráfico en el bajo Putumayo y la frontera con Ecuador. Así lo advierte InSight Crime, fundación especializada en el análisis de amenazas a la seguridad en América Latina.
En este contexto, las Fuerzas Militares de Colombia ejecutaron dos contundentes operaciones contra estas organizaciones ilegales en los departamentos de Putumayo e Ipiales (Nariño), zonas estratégicas para las rutas del narcotráfico.
El Ejército Nacional, en coordinación con la Policía y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, intervino dos campamentos clandestinos que funcionaban como centros de procesamiento de cocaína, ambos controlados presuntamente por los Comandos de la Frontera.
En la primera acción, realizada en Puerto Caicedo (Putumayo), se incautaron más de 1.500 kilos de cocaína, 1.700 galones de clorhidrato de cocaína en solución, 6.185 galones de insumos líquidos y 550 kilogramos de insumos sólidos. También fueron decomisadas plantas eléctricas, un congelador y un transformador eléctrico.
En la segunda operación, desarrollada en Ipiales (Nariño), fue destruido otro laboratorio donde se hallaron más de 1.300 kilogramos de cocaína, cerca de 1.200 kilos de pasta base de coca y más de 2.000 galones de clorhidrato de cocaína en solución, además de 3.400 galones de insumos líquidos, 1.050 kilogramos de insumos sólidos y 17 hornos microondas.
El brigadier general Luis Fernando Salgado, comandante de la Sexta División del Ejército, aseguró que estas acciones representan un golpe directo a las economías ilícitas de los grupos armados que operan en la región.
En total, las operaciones permitieron la incautación de casi tres toneladas de cocaína, debilitando de forma significativa las redes de producción y comercialización del narcotráfico en el sur del país.