Dolor de danza

Por: Victor Martínez Martínez

Por allá en los años 60 en el populoso y tradicional Barrio de Las Nieves, escuché el bramido de un torito, revestido en un célebre personaje que medía en estatura un metro con cincuenta centímetros, pero para carnavalear más que, suficiente la sola máscara en madera pesaba un promedio de 25 libras, llevaba consigo una serie de cascabeles, cintas, lazos y espejos, lo más estremecedor y admirable eran los originales cachos del cornúpeta que se había evadido de una corraleja en Sincelejo, debido a su bravura y estirpe de Toro bravo fue ultimado para evitar mayores desastres, ese torito al que me refiero era mi cuasi vecino la figura Sandovalito el recordado personaje con más de 50 años llevó la representación auténtica de lo que significa la figura del Torito, para la frenética Danza de nuestro sentir Carnavalero.

Por otro lado, dentro de esa maravillosa visión cosmopolita de un carnaval de antonomasia, mis ojos de jovenzuelo observaban como se congregaban unos verdaderos actores llamados Congos, con un turbante andaluz, llevaban en su mano una vejiga de puerco para defenderse de ese toro bravo que encarnaba la lucha expectante de rivalidad entre, el Congo y el Torito, pero los espectadores afuera coreaban OLE, OLE. Era un ritual mágico y esplendoroso al estilo macondiano como lo describió Gabo en su costumbrista novela 100 años de Soledad, como también la danza aglutinaba unos hombres disfrazados de mujeres, tenían una destreza mayúscula, sus músculos eran fibras de cemento, algunos provenían de los famosos COCOLIOS, eran unos tiradores de concretos, que en un santiamén construían edificios de 4 y 5 pisos con sus galones de cementos llenos de mezcla al hombro.

Para esa época llamaba la atención su director el Hermano se llamaba Marcos, que con su tradicional gafa oscuras enmarcadas con un brillante de baño de oro de 8 kilates, quien dirigía la Danza con mucho sacrificio lo que significaba la presencia de la danza en nuestro insuperable Carnaval de esa época años 60 con relevancia de los barrios San Roque donde nació la danza y colindada con los barrios las Nieves y Rebolo.


Consigo llevaba acompañamientos de personas de vieja dota tales, como, Míster White, Mambo del Caribe, El Loco Arcadio,

El Brujo y lo más simpático las reinas populares que eran elegidas a voto limpio, sin influencias, los habitantes de estos barrios mencionados no solo se nutrían de la danza, pregonaban las cumbiambas; las verbenas con su capitán a bordo, las maravillosas PEA PEA (Hoy monocucos) donde no era tanto el disfrazarse si no los brincos que había que pegar y la ripiadera de un pito en la boca, que constituían el delirio al estilo del Maestro Peñaloza en su clásico disco Te Olvidé.


Hoy después de 65 años, a nuestra incomparable Danza, le han cortado las alas, por falta de apoyos de las finanzas públicas. Duele decirlo es la verdad verdadera y sin subestimar a nadie.

Por conocimientos propio en mi calidad de Gestor Cultural de la danza, conocí y conozco lo que desde hace 10 años viene padeciendo la Danza a falta de un benefactor como se distinguía el inolvidable filántropo Maestro CARIDI, hoy nos preguntamos, desfinanciar a las Danzas tradicionales, llámense Torito, Paloteo, los Micos y la de los pájaros, etc. considero es desnaturalizar la tradición, acoto el día domingo 8 de febrero eran las 11:00 de la mañana me llama mi dilecto amigo Alfonso Fontalvo, no tenían los aportes, y ni siquiera, el bus para trasladarse al evento del Festival de Danzas en el coliseo y varios de sus danzantes se encontraban buscando el hilo de bolita para remendar el disfraz, será que las danzas irán a pernoctar al Carnaval del olvido en forma dialéctica y a semejanza de la novela de Gabo sin desconocer, que así bajo sus tropiezos la Danza del Torito va a cumplir 150 años dándole disfrute a nuestro Monocuco Carnaval, así lo sintonizaba el inmortal Joe Arroyo en su sonoridad de voz y bailoteo interpretando el tradicional, disco de Torito.

Pienso que es hora de que Quien lo Vive es Quien lo Goza, bacanísimo pero tengamos en cuenta que las Danzas de tradición son el termómetro para que nuestro carnaval se le declarara de PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO, recordemos que el maestro ALFONSO FONTALVO recibió el dossier que inmaculó la memoria histórica de la Danza del Toritos en nuestras fiestas carnavaleras por lo que seguiré en mi labor como gestor Cultural de la citada danza.