Óscar Camargo Ríos, alias «Pichi», delincuente que se encontraba bajo detención domiciliaria en Medellín, se fugó, lo que generó que la Procuraduría General de la Nación exigiera respuestas al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).

El Ministerio Público, a través de la delegada para la Defensa de los Derechos Humanos, pidió al INPEC un informe detallado sobre cómo fue monitoreado alias «Pichi» durante su arresto domiciliario. Se reveló que el juez de ejecución de penas encargado del caso había sido informado sobre tres transgresiones previas a la fuga, pero no se tomaron medidas adicionales para reforzar la seguridad.

Asimismo, se solicitó al INPEC el listado de los guardianes encargados de la custodia de Camargo Ríos, y las fechas en que se notificó la revocación de su prisión domiciliaria, a fin de evaluar si hubo negligencias en la ejecución de estas acciones.

Finalmente, la Procuraduría pidió detalles sobre el funcionamiento del brazalete electrónico que debía controlar los movimientos del fugitivo, con el objetivo de determinar si el dispositivo fue alterado o si presentó fallas que facilitaron su escape.