Superintendencia de Salud tomó la decisión de intervenir a la EPS Sanitas tras detectar un supuesto manejo inadecuado de los fondos asignados para la prestación de servicios de salud a cerca de 5,7 millones de colombianos.
La intervención se produjo en la tarde del pasado martes 2 de abril, luego de que Sanitas estuviera bajo el escrutinio de las autoridades debido a su presunta incapacidad para gestionar adecuadamente los recursos financieros. Como parte de esta intervención, se ha destituido al representante legal de Sanitas, así como a la Junta Directiva y a la Asamblea de Accionistas de la EPS.
Esta decisión ha generado un fuerte debate en la opinión pública, recordando episodios similares en el pasado. Durante el gobierno anterior, trece EPS fueron liquidadas, no intervenidas, lo que llevó a un traslado masivo de usuarios del sistema de salud.
Es decir que un total de 9.299.311 personas se vieron obligadas a cambiar de EPS por estas liquidaciones en el mandato del expresidente Iván Duque. Una de las que más sorprendió fue la liquidación de la EPS Medimás, que tenía más de 1,5 millones de afiliados.
Las otras entidades liquidadas, cada una con menos de un millón de usuarios, fueron: Manexca, Comfacor, Emdisalud, Cruz Blanca, Confacundi, Comfacartagena, Ambuq, Revocatoria Comparta, Revocatoria Coomeva y Comfanariño, cuyo retiro fue voluntario. Mientras que las entidades que superaban el millón de pacientes afiliados eran Saludvida, Comparta Coomeva y la ya mencionada Medimás.
Para entonces, el superintendente de Salud del momento, Fabio Aristizábal, afirmó que la liquidación de estas trece EPS era una medida necesaria. “No solamente porque fue una promesa de campaña en la que el presidente insistía en la necesidad de depurar, sino también porque en el corazón del problema financiero se encuentran los usuarios”, señaló durante una entrevista con Caracol Radio.
Hasta el momento, se ha informado que la intervención no tiene como objetivo la liquidación de la entidad, sino su administración. Entonces, el propósito principal, al menos en el papel, es rescatar la entidad, si es posible hacerla capaz de cumplir con su propósito, antes de decidir si es mejor cerrarla y vender sus activos. Es por eso que la entidad de control ha hecho énfasis en que no será el fin de la EPS y que seguirá operando igual para los usuarios, solo que ahora administrada por el Estado, durante un año.
Ante esto, la Procuradora MargaritaCabello anunció que iniciará estricta vigilancia frente a intervenciones forzosas que empezó la
Supersalud
sobre EPS Sánitas y Nueva EPS, para garantizar que no se afecte el servicio a sus millones de afiliados