Terminó el puente de los Reyes Magos y, con ello, las fiestas de Fin de Año con una baja ocupación hotelera (84,67 %, frente a 94,77% de 2022) en Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, según información extraoficial de Cotelco. Cerca de 6 casos de abuso a turistas en La Heroica ―cometidos por operadores formales e informales― y que trascendieron la opinión pública nacional durante esta temporada, fueron debidamente comprobados por las autoridades. ¿Es posible que estos abusos se acaben automáticamente con la fallida transmisión del bastón de mando de un alcalde inepto a uno que sabe cómo es la cosa pública?
Independientemente de las causas del bajón de la ocupación hotelera, la respuesta a la pregunta que introduce el análisis es, sin duda, negativa. El abuso a turistas es solo el iceberg de un abuso mayor: el despojo del territorio afro, el desarraigo y la cultura traqueta de la nueva generación. El turismo no puede funcionar aislado del desarrollo humano de cartageneros, barranquilleros y samarios. Es decir de la población nativa, la cual hace del turismo una actividad viva.
Factores determinantes
Por tanto, la causa de este fenómeno es más profunda que los medios de prensa nacionales desconocen o miran hacia un lado. Existen dos fenómenos que no se pueden desconocer: el proceso de despojo de su territorio y el fortalecimiento del narcotráfico. Esta situación provocó dos oficios favoritos: el turismo y el tráfico de cocaína.
El abuso a turistas es tan viejo como el despojo a los nativos. Los distintos hechos que narramos en VoxPopuli Digital indican que este neocolonialismo del turismo data de los años 60 cuando los Santo Domingo, los Echavarría y otras familias paisas y cachacas se concertaron con los alcaldes y demás autoridades locales para comprarles la tierra a precio de huevos a los nativos. Otras veces, usaron la vieja figura de prescripción adquisitiva fingiendo falsas posesiones, como es el caso de la Hacienda Santa Ana en Barú.
Al escuchar e investigar el sentir de la gente, se podría decir que es el resultado del desespero de víctimas despojadas para salir de la pobreza en forma ilusoria timando a los turistas. En tanto que como causas objetivas empujó a esa población a subsistir por fuera de la agricultura, la pesca, el comercio de sus productos o el servicio doméstico en los centros hoteleros
Turistas insatisfechos
Las víctimas de estos abusos, por supuesto, no van a hablar bien de Cartagena ni de Colombia. No van a traer más turistas. La mayoría de los operadores turísticos no entienden que su conducta abusiva está matando lentamente a la Gallina de los huevos de oro. ¿Esto es realidad o manipulación? Las evidencias indican que es una cruda realidad.
La gallina de los huevos de oro (el turismo) muere lentamente. Por parte de las autoridades, hace falta control en calidad de servicios y precios, según lo explicó a VoxPopuli Digital la directora de San Diego Travel, Glenis Aparicio. Ella dice que nos estamos alejando del turismo de familia y cultural que son mejores productos que el turismo depredador sexual y de drogas. Es lo que está llegando a la ciudad.
Los escandalosos actos de abuso a turistas
A raíz de las últimas publicaciones de algunos medios de comunicación nacionales, como El Tiempo, El Espectador, RCN, Caracol y otros, surgen preguntas para responderlas brevemente en este análisis periodístico. En el caso de los mexicanos, por ejemplo, que subieron a su cuenta la foto de un recibo de pago que no es la factura de cobro, la redacción de Bogotá de El Tiempo tomó la denuncia de una cuenta de X.
De acuerdo con el redactor de la noticia, habló con el protagonista de la denuncia. Denunció de que fue víctima de abuso en un restaurante que le mostraron una carta sin precios. El problema fue al momento de pagar. Le cobraron $350.000 por el alquiler de un quiosco, $55.000 por una limonada, $35.000 por una porción de patacón, $185.000 por una cazuela, entre otros cobros excesivos.
Luego de que el alcalde le respondiera a través de su cuenta de X, el turista replicó el trino a través de su perfil de X. Dumek Turbay, al principio había puesto en duda el caso de los mexicanos. A los turistas argentinos Gustavo Daniel Hugo y Leticia Troncoso como al colombo-mexicano Andrés Ochoa Silva. les hizo un acto de desagravio ante lo sucedido. Esto es bueno para la imagen corporativa. El problema es más profundo de lo que se piensa. Aquí lo analizamos para buscar soluciones colectivas.
Pero no fue el único que se quejo de los altos costos que pagan turistas en Cartagena, en X y en otras redes sociales se encuentran innumerables de denuncias por los sobre costos que en temporadas alta los proveedores abusan del visitante y a la final también terminan pagando algunos propios de la región.