De acuerdo a lo que ha comunicado la Presidencia en sus redes sociales el propósito de Bogotá es «tomar acciones que ayuden a enfrentar la crisis energética que actualmente atraviesa» Quito.

Lasso fue recibido con honores militares en la Plaza de Armas de la sede presidencial, y por Petro, para abordar este asunto que está llevando a apagones repetidos en varias partes de Ecuador por la escasez de energía.

Junto a Lasso viajaron desde Ecuador el ministro de Relaciones Exteriores, Gustavo Manrique; el ministro de Energía, Fernando Santos, y otros delegados, que se encuentran con funcionarios de la Cancillería y el ministro de Minas, Andrés Camacho.

Lasso, que está a punto de terminar su mandato presidencial, indicó el pasado viernes que pretendía buscar el apoyo de Petro para resolver esta crisis energética, causada principalmente por la sequía de los ríos de la Amazonía, donde se encuentran las principales centrales hidroeléctricas de Ecuador, que son la fuente de la mayor parte de la electricidad que produce el país vecino.

«En distintos momentos, nuestro país ha vendido energía eléctrica a Colombia para apoyar el abastecimiento de su demanda interna y creemos que esta vez habrá reciprocidad con Ecuador. Estoy seguro de que traeré buenas noticias», escribió Lasso.

Hasta hace pocas semanas Colombia estaba suministrando electricidad a Ecuador, pero actualmente no lo está haciendo porque está enfocando toda su producción en la demanda interna, según señalaron las autoridades del sector eléctrico ecuatoriano el jueves en una rueda de prensa.

Precisamente, el 5 de octubre ya hubo apagones en varias zonas del país ante un repentino cese del suministro de electricidad procedente de Colombia, producto de unas tareas de mantenimiento en su red eléctrica.

Sin embargo, la generación de las centrales hidroeléctricas de Ecuador ha ido a peor en las últimas semanas y el Gobierno anunció el jueves el inicio de una época de racionamiento de electricidad, con cortes en el fluido por sectores de hasta tres y cuatro horas.

Esto, según las autoridades ecuatorianas, puede prolongarse hasta mediados de diciembre si no mejora la situación en los embalses de la región amazónica, especialmente en la cuenca del río Paute, donde está el complejo de centrales Paute, Mazar y Sopladora, que en su conjunto tienen capacidad para generar unos 1.700 megavatios.

Hasta entonces el Gobierno ha puesto en marcha una licitación de urgencia para contratar fuentes de energía emergentes por 160 millones de dólares que permitan cubrir un déficit actual de unos 460 megavatios, además de valorar la importación de gas natural y hacer esfuerzos por recuperar un conjunto de centrales termoeléctricas.