Por:
Frank Epalza Jiménez
Mientras el Alcalde del municipio, ha permanecido incomunicado del deber, qué en calidad de la primera autoridad le corresponde, está terminando el mandato como lo que es, un inepto, incapaz, inservible. Indudablemente la pandemia fue su cómplice, bajo la cuál mimetizo toda la maldad, cometiendo peculado, con los contratos a fundaciones de los amigos, ordenado desde el fuerte militar.
Pero nada pasaba, y era común, ver los jóvenes que siempre caían muertos, con el informe policivo «tenía 20 años, y tres anotaciones por hurto». Es la manera, para pensar, qué todos los muertos quedan impune, sin aclarar, quién, porque, y cómo sucedieron los hechos. La vida de las personas, son simples estadísticas, acumuladas y comparadas por mes o año, y al final todos olvidamos. Pero que haya caído un municipio como el de Soledad, en manos de un Alcalde, insensato, es para pensar, cuántos muertes violentas, faltan, hasta el día 31 de diciembre, qué puedan soportar la ciudadanía, sin ver un acto de la primera autoridad, impartiendo órdenes, campañas, para controlar y evitar que él SICARIATO tenga el control del MUNICIPIO.
Todos, tenemos miedo, las tiendas están quedando en MANOS de los oportunistas, quiénes aprovechan todo.
No puede volver a votar la ciudadanía, por personas que no responden al sentir de la comunidad.