El 12 de junio de 2020, en plena pandemia y a escasos metros de un CAI de la Policía, fue asesinado el abogado barranquillero Oscar Santodomingo Payares mientras paseaba a su perro cerca de su residencia en el barrio Villa Carolina. Dos sicarios en motocicleta lo atacaron a disparos, en un hecho que conmocionó a la ciudad y que, tres años después, continúa en la impunidad.

Un abogado incómodo para muchos

Santodomingo era un reconocido abogado, analista político y candidato en su momento a la Alcaldía de Barranquilla. Sus denuncias constantes contra la usura, la corrupción y actores vinculados con estructuras criminales lo habían convertido en una voz incómoda.

El abogado participó en procesos de alto perfil como la defensa de la excongresista Aida Merlano, la empresaria del chance Enilse López, alias “La Gata”, y exmiembros de las Autodefensas Unidas de Colombia. Su papel como defensor de Derechos Humanos y crítico de sectores políticos y empresariales le generó múltiples enemigos.

La versión de alias “JJ”

Un año después del asesinato, en mayo de 2021, Javier Insignares Toro, alias “JJ”, exintegrante de “los Rastrojos”, se presentó ante la Fiscalía en Barranquilla y relató que Santodomingo habría sido víctima de un complot orquestado por exparamilitares que continuaban delinquiendo bajo el amparo de personalidades poderosas en la ciudad.

Alias “JJ” señaló a un hombre conocido como “Mono Paisa” como presunto organizador del homicidio. Sin embargo, veinte días después de dar su declaración, “JJ” fue asesinado de doce disparos, silenciando otra pieza clave del caso.

Investigaciones sin rumbo

Pese a la gravedad de las denuncias y a que la Fiscalía ofreció una recompensa de apenas 5 millones de pesos, los avances han sido nulos. El proceso, en manos del fiscal Rodrigo Restrepo, no ha mostrado resultados y familiares de la víctima aseguran que detrás del crimen existen intereses de personas con gran poder.

El padre de la víctima, Federico Santodomingo, ha insistido en que la falta de avances refleja un “silencio cómplice” del ente acusador.

Las denuncias que lo pusieron en la mira

Antes de ser asesinado, Santodomingo había publicado en sus redes sociales denuncias contra el empresario Jalim de Jesús Rebaje García, involucrado en el escándalo de corrupción por las obras de los Juegos Nacionales y Paranacionales 2015 en Ibagué.
En un trino, el abogado escribió:

“Requiero protección urgente. Colombia entera debe saber quiénes son: JALIM REBAJE GARCÍA y ASIS PALIS”.

El mensaje quedó como testimonio de las amenazas que enfrentaba.

Una herida abierta

Años después, el crimen de Oscar Santodomingo sigue impune. Su familia mantiene viva la memoria con homenajes y exige justicia.

En palabras de su padre:

Seguimos esperando que algún día la verdad salga a la luz. Mientras tanto, los responsables caminan libres y la herida sigue abierta”.

El caso de Santodomingo se suma a la larga lista de homicidios de líderes sociales, abogados y defensores de derechos humanos en Colombia que permanecen sin respuesta judicial, dejando en evidencia la fragilidad del Estado para proteger a quienes denuncian la corrupción y el crimen organizado.

Federico Santo domingo aún llora a su hijo y tiene la esperanza de que algún dia se haga justicia, mientras tanto los culpable se encuentran libres y la fiscalía? Bien gracias.

Homenaje a la familia de Oscar Santodomingo.

Federico Santodomingo

Mi estimado amigo, hoy será un día triste de recordación por la perdida invaluable de tu hijo.
Hace dos años escribí este poema,cuando me enteré de la enorme perdida del buen guerrero… Su sed de justicia permanece

Una familia de luto
Un alma se silenció
Ráfagas en un minuto
Tu presencia se llevó

Duele el silencio inocente
que nos deja tu partida
duele la sevicia indolente
arrancada fue tu vida

Ahora queda tu legado
tu bondad, tu honradez
nuestro espíritu alterado
pide justicia ante un juez

Dolor dejas en tu padre
en tu familia querida
allá te espera tu madre
Aquí dejas…. ¡Abierta una herida!

Paz en la tumba de Óscar David SantoDomingo Payeras.

Seguimos esperando justicia.