• Más número de camas especializadas para atención Covid, mejor dotación de equipos y avances graduales en pagos al personal, son logros de las ESE regionales que están en intervención forzosa.

Durante este año la Superintendencia Nacional de Salud continuó con el programa de recuperación de los 16 hospitales públicos que tiene bajo medida de intervención forzosa y ha podido evidenciar progresos significativos como la apertura de nuevos servicios a los usuarios y el mejoramiento gradual de los principales indicadores.

Es así como la implementación de los planes de acción y el seguimiento periódico realizado por la Supersalud al comportamiento de estos prestadores han propiciado el aumento de su capacidad instalada para atender en esta época de pandemia a los pacientes críticos y a la población vulnerable.

A través de los agentes interventores que están a cargo de estos hospitales se han gestionado trabajos articulados con autoridades territoriales y nacionales para lograr la ampliación de los servicios ofertados, aumentar de manera significativa el número de camas y avanzar en el pago oportuno de sus obligaciones con proveedores y trabajadores. 

Cabe resaltar que cinco de los hospitales intervenidos (Sandiego, de Cereté; San Marcos, de Sucre; San Andrés, de Tumaco; Nuevo San Francisco de Asís, de Quibdó, y San Andrés, de Chiriguaná), nunca habían tenido una cama UCI y ahora cuentan con este servicio especializado, tan necesario en las actuales circunstancias de pandemia.

Otro avance en estos hospitales ha sido la dotación de equipos y servicios, que posibilitan una mejor atención a toda la población en las regiones.

Por ejemplo, los hospitales Sandiego, de Cereté, y el Universitario de Sincelejo inauguraron unas equipadas áreas de cuidado intensivo que permitieron fortalecer la atención de cuidado crítico en los departamentos de Sucre y Córdoba.

Asimismo, el Hospital Universitario del Caribe (HUC) se convirtió en el centro asistencial referente para la atención de esta pandemia y su Unidad de Cuidados Intensivos pasó de tener 10 camas a 63. Incluso en el pico epidemiológico más alto en la región, el HUC llegó a acondicionar 80 camas para atender a los pacientes con síntomas del coronavirus.

Por otro lado, el Hospital de II Nivel de San Marcos, centro asistencial de referencia para la subregión de San Jorge y La Mojana, logró poner en funcionamiento una moderna unidad respiratoria con 10 camas de hospitalización para pacientes con sintomatología respiratoria, mejorando en un 86% sus estándares de habilitación.

A su vez, la ESE Cartagena de Indias implementó un plan de acción que le ha permitido ampliar su portafolio de servicios para garantizar atención 24 horas en los centros de salud y mejorar la meta de ventas, logrando un indicador que supera el 100%.

También el Hospital Julio Méndez Barreneche, de Santa Marta, ha mejorado la calidad de la prestación de sus servicios, ha aumentado su capacidad instalada y fortaleció su talento humano. Recientemente, tuvo la dotación y habilitación de un resonador magnético de alta tecnología y avanza en las obras de recuperación de los pisos 6° y 8°. A la fecha, cuenta con 88 servicios habilitados entre los que se destacan hemodinamia, dermatología, fisiatría, oftalmología, ortopedia pediátrica y cirugía vascular.

Caso similar ocurrió con el Hospital San Andrés de Tumaco, el cual bajo la actual intervención, ha aumentado su capacidad de respuesta en los servicios de consulta medica especializada, urgencias, hospitalización, cirugía, laboratorio clínico, imagenología y el servicio farmacéutico que hoy se garantiza 24 horas.

Por su parte, tras cumplir dos años y medio en intervención, el hospital Regional San Andrés de Chiriguaná́ (Cesar), ha hecho la reapertura de especialidades médicas como ginecología, anestesiología, pediatría, cirugía, cardiología, medicina interna, ortopedia y de la unidad de cuidados intensivos e intermedios para adultos, lo que ha propiciado la ampliación de la capacidad instalada, pasando de 15 a 75 camas de hospitalización.

Por su parte, el Hospital San José de Maicao reporta avances en beneficio de la salud de la comunidad fronteriza del departamento de La Guajira, ya que en su capacidad instalada hoy cuenta con 188 camas para los diferentes servicios de atención y específicamente 76 camas corresponden a cuidado especial intensivo e intermedio, lo que ha permitido brindar atención oportuna a los pacientes críticos durante esta pandemia.

En este hospital de La Guajira los usuarios también han visto el mejoramiento de la infraestructura y la renovación tecnológica e industrial, con la puesta en funcionamiento de un laboratorio de biología molecular, un tomógrafo, un ecógrafo, un equipo de RX portátil, equipos biomédicos, muebles hospitalarios, así como la adquisición de una unidad móvil odontológica y una ambulancia TAB.

Por su parte, el Hospital La Misericordia, de Calarcá ha reanudado la prestación de la totalidad de los servicios de primer nivel, se ha venido poniendo al día con el pago de las obligaciones con su personal de salud y ha acondicionado para poner a funcionar centros de salud que se encontraban clausurados.

Adicionalmente, se ha generado la recuperación de 105 fuentes de empleo de personal contratista que atiende las necesidades de prestación de servicios asistenciales y administrativos y que desarrolla las acciones de salud pública a través del Plan de Intervenciones Colectivas, tanto departamental como municipal.

En la Nueva ESE Hospital Departamental San Francisco de Asís, de Quibdó, se habilitaron 10 camas UCI, se adquirieron dos modernas plantas de oxígeno medicinal y se implementó la historia clínica digital. El centro asistencial aumentó la facturación de 1.800 millones a 3.500 millones de pesos, promedio mensual, durante el presente año.

En el caso del hospital Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña, ya cuenta con 23 camas para la atención de pacientes Covid, ha hecho adquisición de equipos biomédicos, recuperado cartera y termina el año como líder regional en vacunación contra el Covid-19.

En el Hospital San Jerónimo, de Montería, se fortaleció el equipamiento médico, se adecuaron 31 camas UCI, se abrieron los servicios de centro de rehabilitación, gastroenterología, medios diagnósticos, nefrología y diálisis renal; y ya tiene un área de atención respiratoria para adultos y pediatría, entre otros.

En la ESE Alejandro Próspero Reverend, de Santa Marta, hubo aumento del cuerpo médico, incremento de 93% la oferta de servicios, adecuación de los 30 centros de salud en las zonas rural y urbana. También se obtuvo la licencia de funcionamiento para rayos X, se abrió un nuevo laboratorio clínico en la sede Bastidas y se dotó la sede de La Castellana. 

El hospital San Rafael, de Leticia, avanzó de manera significativa en la recuperación integral de sus indicadores con la instalación de 113 camas para hospitalización y 20 camas para cuidados intermedios, de las cuales, 3 son para atención pediátrica.  También se habilitó el servicio de hospitalización pediátrica con 12 camas, equipamiento óptimo y personal altamente calificado. Adicionalmente, se instaló de manera provisional una planta para proveer de oxígeno 100% medicinal. 

Por último, en el Hospital Sandiego, de Cereté, se construyó una UCI con 20 camas, se remodeló la etapa uno de urgencias de todo tipo, se habilitó un área de cuidado intermedio con 13 camas, se adquirió la planta eléctrica para las UCI, se contrataron 55 profesionales para atender las UCI, se adecuó el área de consulta externa para la apertura del servicio de urgencias respiratorias, se construyeron 4 consultorios para consulta externa y se dotó la institución con equipos médicos y mobiliario por un valor de 3.000 millones de pesos.