Por: Alfonso Camerano

La empapelada de la Contraloria a Sergio Fajardo proferida en segunda instancia por las cagadas de Hidroituango, que suman 3.1 billones de barras, tiene nombre propio:

“Uribe sí castiga con palo y con rejo”

Ese proyecto tiene investigaciones más allá de lo fiscal, no solo por el despilfarro acostumbrado en todos lo grandes, medianos o pequeños proyectos de obra pública, sino también tiene sangre derramada de puro pueblo.

El roba roba también lo tuvo el tan mentado Metro de Medellin, con su “guardao”, jamás investigado, pero ya es clavo “pasao” y “oxidao”, ahi no pasó ni va a pasar nada.

La obra de la represa de Ituango tuvo antesala de masacre humana, desplazamiento de poblaciones, desastres ecológicos diluvianos, a los que la fiscalía aplica el código omertá “ni pa’llá voy a mirá”

El Contralor General de la República, cumple órdenes de su jefe, dispuesto a sacar a Sergio Fajardo del baile de las candidaturas presidenciales para posicionar a un “Fico” o a Zuluaga y emparejarlo con otro u otra de las coaliciones o fuera de ellas.

El antecedente de salvación le viene a Fajardo de la sentencia de 8 de julio de 2020 emanada de Corte Interamericana y del precedente del Consejo de Estado, sección primera, proferido el 15 de noviembre de 2017, que aplicaron la Convención Interamericana en cuanto a la incompetencia de los órganos administrativos disciplinarios, Procuraduría o Contraloria, para sancionar con destitución a los ciudadanos elegidos
por el voto popular.

Esta decisión que dio la razón a Gustavo Petro cuando lo empapeló el Procurador Alejandro Ordóñez, devolvió el golpe de derecha a los enemigos de su candidatura, y es lo que le toca invocar ahora a Fajardo, pero acercándose a Petro, para darle potencia a su respuesta, antes que se lo “coma el tigre”.

Esta nueva confrontación tiene de por medio la reforma reaccionaria que invistió a la Procuraduría de funciones políticas para caminarle a diente a los elegidos por el voto popular.

Este derechazo al mentón de Fajardo viene en la escala de la campaña electoral y no le deja rendija a más coqueteo amanerado con la derecha que él creía mansa y volcada a sus pies.

El Petrona o

Avíspate Fajardo que “con candela no hay perro flojo”