La Guajira vive un momento decisivo. Mientras el país avanza en la transición ecológica y la protección de sus ecosistemas más vulnerables, en este departamento el trabajo articulado entre el Ministerio de Ambiente y Corpoguajira empieza a mostrar resultados concretos. En el centro de este proceso se encuentra Samuel Lanao Robles, director general de la Corporación, un funcionario que ha demostrado que la gestión ambiental puede ser técnica, humana y cercana al territorio.
Esta semana, tras la reunión de coordinación sostenida con la ministra de Ambiente Irene Vélez, se abordó la necesidad de revisar el reglamento del Fondo de Compensación Ambiental (FCA), con el objetivo de explorar alternativas que permitan a Corpoguajira convertirse en beneficiaria de estos recursos para la vigencia 2027. Lanao volvió a poner sobre la mesa un mensaje claro: la protección del medio ambiente en La Guajira no es un discurso, es una tarea diaria que exige presencia institucional, planificación y diálogo con las comunidades.
Un director que conoce el territorio y escucha a la gente
A diferencia de los liderazgos distantes, Samuel Lanao ha construido su gestión desde el terreno. Su presencia en rancherías, veredas, zonas rurales y urbanas ha sido constante. Allí escucha a líderes, a maestros, a mujeres guardianas del agua, a jóvenes que hoy entienden que la educación ambiental también es una herramienta de transformación.
Esa cercanía explica que bajo su dirección se hayan consolidado proyectos que van más allá de trámites y resoluciones.
Hablamos de comunidades wayuu que hoy acceden a agua apta para consumo, de programas de reforestación que comienzan a recuperar zonas degradadas, y de la defensa decidida de la fauna silvestre frente al tráfico ilegal.
Resultados que hablan por sí solos
El paso de Lanao por Corpoguajira deja cifras, pero sobre todo impactos visibles cada año, desde que asumió esa administración.
Más de 40.000 hectáreas declaradas como áreas protegidas que hoy conservan biodiversidad en riesgo.
Política Pública Intercultural de Educación Ambiental, la primera en la historia del departamento, construida con enfoque étnico y pensada para una década.
Cientos de animales silvestres recuperados y devueltos a su hábitat, en una labor articulada con autoridades ambientales y policía.
Planes de manejo del agua y ordenamiento ambiental territorial que buscan garantizar un uso responsable del recurso hídrico.
Proyectos de mitigación del cambio climático, como estufas ecoeficientes y restauración ecológica comunitaria.
Todo esto sin perder de vista la premisa fundamental: La Guajira necesita instituciones fuertes y comprometidas.
Reconocimiento a una trayectoria que ha dejado huella
Su labor no ha pasado desapercibida. En los últimos meses, el director de Corpoguajira fue condecorado con la Medalla Luis Antonio Robles Suárez, máxima distinción de la Asamblea Departamental. Un reconocimiento a más de dos décadas de servicio público, pero también a una convicción: gestionar el ambiente es proteger la vida.
Para Lanao, este honor no es un punto de llegada sino un compromiso renovado con el departamento.
El nuevo capítulo: coordinación nacional para fortalecer la gestión ambiental
La reunión con la ministra de Ambiente marca un nuevo paso. Se estableció una agenda conjunta para:
Fortalecer la gobernanza del agua.
Integrar comunidades en procesos de licenciamiento y control ambiental.
Proteger ecosistemas estratégicos.
Impulsar proyectos de adaptación al cambio climático.
Mejorar capacidades técnicas e institucionales de Corpoguajira.
Este trabajo conjunto busca garantizar que La Guajira cuente con una institución sólida, moderna y capaz de responder a los desafíos que deja el cambio climático y el crecimiento desordenado de actividades económicas.
Un mensaje que conecta con el territorio
Lanao suele repetir que “La Guajira es una tierra única, pero también frágil”. Y por eso su apuesta no es solo administrativa, sino profundamente humana:
proteger el agua, los bosques, la fauna y los territorios ancestrales es proteger a la gente.
Con un liderazgo conciliador, técnico y cercano a la realidad social de la península, Samuel Lanao Robles se consolida como una de las figuras clave en la defensa del patrimonio ambiental de La Guajira.
La historia continúa, y hoy se escribe con una dirección clara:
un territorio más sostenible, más educado ambientalmente y con instituciones a la altura de los desafíos.
