El Junior de Barranquilla escribió una nueva página dorada en su historia al vencer 1-0 al Deportes Tolima en la gran final y proclamarse campeón del torneo, cerrando la definición con una ventaja de cuatro puntos sobre su rival directo.
En un estadio colmado y con una hinchada que no dejó de alentar, el equipo tiburón mostró jerarquía, orden táctico y eficacia en los momentos clave. El único gol del compromiso llegó tras una jugada colectiva bien elaborada, que terminó rompiendo el equilibrio de un partido intenso y disputado, como suelen ser las finales.
Tolima intentó reaccionar, presionó por momentos y buscó el empate hasta el último minuto, pero se encontró con un Junior sólido en defensa y con un planteamiento inteligente que supo administrar la ventaja sin renunciar al ataque.
Más allá del resultado del partido, el título se construyó a lo largo de toda la fase decisiva. Junior fue el equipo más regular, sumando puntos clave y sacando una diferencia final de cuatro unidades, lo que dejó sin margen de maniobra al conjunto pijao y ratificó la superioridad del club barranquillero en el cierre del campeonato.
Con este triunfo, Junior levanta un nuevo trofeo, reafirma su protagonismo en el fútbol colombiano y celebra junto a su afición un campeonato ganado con carácter, disciplina y contundencia en los momentos definitivos.
La fiesta es rojiblanca. Barranquilla vuelve a celebrar.