Chile eligió este domingo a su próximo presidente luego de una segunda vuelta marcada por una alta participación ciudadana y un clima de polarización política. El candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, se impuso en el balotaje y asumirá la Presidencia de la República para el período 2026–2030.
La jornada electoral se desarrolló con normalidad y bajo el sistema de voto obligatorio, lo que incrementó significativamente la concurrencia a las urnas en comparación con procesos anteriores. Kast superó a la candidata de izquierda Jeannette Jara, quien reconoció los resultados y felicitó al presidente electo, destacando el respeto por la democracia y las instituciones.
Un giro político tras el gobierno de Boric

El resultado representa un cambio en la conducción política del país, luego del mandato del presidente saliente Gabriel Boric, quien no podía aspirar a la reelección. Analistas coinciden en que el desenlace electoral refleja tanto el desgaste del oficialismo como una demanda ciudadana por respuestas más efectivas en temas considerados prioritarios por amplios sectores de la población.
Durante la campaña, Kast centró su discurso en seguridad ciudadana, control del crimen organizado, migración y orden público, mensajes que lograron conectar con votantes preocupados por la situación económica y el aumento de la percepción de inseguridad en distintas regiones del país.
Por su parte, Jara apostó por una agenda enfocada en derechos sociales, fortalecimiento del Estado y políticas redistributivas, pero enfrentó dificultades para ampliar su base de apoyo más allá de los sectores tradicionales de la izquierda.
Un Congreso fragmentado y desafíos inmediatos
El nuevo presidente asumirá en un escenario institucional complejo, con un Congreso fragmentado que obligará a la negociación permanente para sacar adelante reformas y proyectos de ley. Ningún bloque político cuenta con mayorías amplias, lo que plantea desafíos para la gobernabilidad.
Entre los principales retos del próximo gobierno se encuentran la seguridad pública, la reactivación económica, el manejo de la migración irregular y la recuperación de la confianza ciudadana en las instituciones, en un país que aún arrastra las consecuencias sociales y políticas de los últimos años.
José Antonio Kast asumirá el cargo el 11 de marzo de 2026. En sus primeras declaraciones tras la victoria, llamó a la unidad nacional y aseguró que gobernará para todos los chilenos, mientras sectores de la oposición anunciaron que ejercerán un control político riguroso desde el Congreso.
El resultado electoral confirma que Chile atraviesa una etapa de reconfiguración política, en la que el voto ciudadano parece responder más a demandas de estabilidad y soluciones concretas que a alineamientos ideológicos tradicionales.
En la transición tras las elecciones, Boric felicitó públicamente al presidente electo José Antonio Kast y reafirmó su compromiso con la democracia institucional pese a las diferencias ideológicas. Él dijo que Kast conocerá “lo que significa la soledad del poder”, en un gesto público durante la transición