El Gobierno Nacional encendió este viernes las alarmas sobre un posible manejo irregular en las cifras de homicidios que reporta la Alcaldía de Medellín a través del Sistema de Información sobre Seguridad y Convivencia (SISC). En un comunicado público, la Delegación de Paz en Medellín y el Valle de Aburrá reiteró que la protección de la vida es el eje central de la política de Paz Total, pero advirtió que algunas variaciones en los datos oficiales “rompen inexplicablemente las tendencias documentadas por las autoridades”.
La advertencia llega en un momento clave: Medellín se alista para cerrar el año con una de las tasas de homicidio más bajas de su historia reciente, aunque con un repunte moderado frente a 2023. Según la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (MEVAL), la ciudad registra 285 homicidios a la fecha, 15 más que el año pasado, pero muy por debajo de los 391 homicidios de 2022 y los 401 de 2021.
En el Valle de Aburrá, la reducción acumulada frente a 2024 es del 6%.
Pese a este panorama de mejoría en comparación con años anteriores, el Gobierno insiste: cada muerte debe doler y cada vida perdida tiene impacto social. “La paz nos sirve a todos, la muerte nos duele a todos”, recuerda la Delegación.
Programas y acuerdos: la apuesta por la prevención
El Gobierno resaltó los acuerdos alcanzados con estructuras ilegales en el marco de los diálogos socio-jurídicos. Entre ellos, compromisos para entregar información sobre casos de explotación sexual de menores, prevenir el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, garantizar entornos escolares libres de drogas y poner en marcha un programa de protección para 2.000 menores en riesgo.
Estos compromisos han derivado en programas como Primer Piso para la Paz, Jóvenes en Paz —con énfasis en Paz Urbana y Atrapasueños, del ICBF, que hoy impulsa 54 iniciativas comunitarias y 20 espacios de apoyo para la niñez y la juventud.
También se ejecutan estrategias de prevención del consumo de sustancias psicoactivas con el Ministerio de Salud, mejoramiento integral de barrios con el Ministerio de Vivienda y rutas de inclusión para exintegrantes de estructuras armadas a cargo de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Según la Delegación de Paz, estos esfuerzos han permitido desescalar violencias y “hacer de Medellín la ciudad con menos homicidios entre las principales capitales del país” durante los últimos dos años.
Las cifras del SISC que cambiaron de un día para otro

El principal señalamiento del Gobierno se dirige al comportamiento inusual de las cifras del SISC de la Alcaldía. Entre el 9 y 10 de octubre, el sistema redujo súbitamente los casos de homicidios “por clasificar” de 95 a 42, mientras aumentaba en 24 los casos atribuibles a “convivencia” y en otros 24 los relacionados con “estructuras criminales”.
La modificación, cuestiona la Delegación, se hizo sin reporte ni justificación técnica. Además, contradice las tendencias históricas, en las que los homicidios por problemas de convivencia —especialmente riñas impulsadas por consumo de alcohol— superan ampliamente los asociados a estructuras delincuenciales.
“¿Hubo manipulación de las cifras?”, se pregunta el comunicado.
La Delegación solicita a la Alcaldía una explicación transparente y pública para despejar dudas sobre el manejo estadístico de la seguridad.
Radiografía de la violencia en Medellín
De acuerdo con los datos de la MEVAL, mayo fue el mes más violento del año, con 20 homicidios más que en 2024. Las comunas más afectadas han sido:
Laureles, con 11 homicidios
Manrique, con 16 homicidios
El domingo en la noche figura como el momento más peligroso de la semana. Y el arma utilizada con mayor frecuencia no es un arma de fuego: es el arma blanca cortopunzante, ligada al aumento de riñas y conflictos interpersonales.
Final de fútbol: alerta por riesgo de violencia
El Gobierno aprovechó para enviar un mensaje preventivo de cara a los partidos de la final del fútbol colombiano, advirtiendo que estos eventos suelen ser detonantes de violencias asociadas a convivencia.
Pidió a las autoridades locales activar planes especiales para evitar tragedias durante las celebraciones o desplazamientos.
Un llamado al trabajo conjunto

La Delegación de Paz cerró su mensaje invitando a las autoridades del Valle de Aburrá, a la academia, a las organizaciones sociales y a los medios de comunicación a contribuir para que el fin de año y el inicio del próximo se orienten hacia el diálogo, la convivencia y la reconciliación.
“Cada muerte importa, cada vida merece protección. La paz es un esfuerzo colectivo”, concluyó.