La repentina salida del general Edwin Urrego Pedraza de la comandancia de la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) sigue generando ruido interno y múltiples interpretaciones. Sin embargo, mientras el Gobierno nacional mantiene silencio sobre las razones de su relevo, fuentes de alto nivel dentro de la institución confirman que el oficial asumiría en los próximos días el mando de la Regional 8 de la Policía Nacional, una estructura que coordina la operación de varios departamentos y metropolitanas de la región Caribe.
Este importante cargo estaba siendo ejercido en calidad de encargado por el general Gelver Yecid Peña Araque, quien ahora regresaría a sus responsabilidades previas dentro de la línea de mando.
Un movimiento clave y un cargo merecido
La salida de Urrego del mando de la Mebar ocurrió en medio de un ambiente de tensión institucional y rumores sobre presiones políticas. Aunque desde el Ministerio de Defensa no se han entregado explicaciones públicas, sectores empresariales, ciudadanos y algunos mandos policiales interpretaron su relevo como abrupto, teniendo en cuenta que el general habría entregado resultados contundentes en reducción de homicidios, golpes a bandas de microtráfico y operativos contra el Clan del Golfo y estructuras de extorsión urbanas.
No obstante, el eventual nombramiento en la Regional 8, lejos de significar una sanción, implica un ascenso en responsabilidades estratégicas: desde esta unidad se articulan operaciones, recursos y lineamientos para Atlántico, Magdalena, Cesar, La Guajira, Bolívar, Sucre y las metropolitanas de Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y Valledupar.
Un oficial retirado consultado por El Espacio Noticias lo resume así:
“Mover a un general de una metropolitana a una regional no es bajarlo, es ponerlo a coordinar todo el Caribe. El general Urrego es un hombre operativo y con ascendencia en el territorio”.
La Regional 8: epicentro de la seguridad en el Caribe
La Regional 8 es una de las estructuras más sensibles de la Policía Nacional por su ubicación estratégica. Allí confluyen:
Rutas del narcotráfico que salen por el Caribe hacia Centroamérica.
Disputas territoriales entre bandas como el Clan del Golfo, Los Costeños, Los Pepes y disidencias de las Farc.
Altos niveles de extorsión en sectores comerciales.
Presiones migratorias y delitos conexos en la frontera con Venezuela.
El responsable de esta regional debe coordinar investigaciones de inteligencia, movimientos de unidades especiales, estrategia operativa y articulación con gobernadores, alcaldes y Fuerzas Militares. En otras palabras, se trata de un cargo de máxima responsabilidad para el Caribe colombiano.
Reacomodos en la cúpula y mensajes hacia adentro
El movimiento también ha generado diversas lecturas dentro de la institución. Algunos interpretan el cambio como parte de un reordenamiento general que vendría impulsando el alto Gobierno en los mandos estratégicos. Otros consideran que se trata de una apuesta por fortalecer el componente operativo de la Regional 8 en momentos críticos para la seguridad urbana y rural en la costa.
En cualquier caso, esta designación aún no oficializada públicamente parece enviar un mensaje: Urrego no fue apartado del escenario, sino trasladado a un punto neurálgico.
Un reto
Una vez formalizado su nombramiento, el general Edwin Urrego asumiría la coordinación regional en un momento especialmente complejo: aumento de homicidios selectivos en algunas zonas de la región Caribe, presiones extorsivas de estructuras criminales y la preparación de los dispositivos de fin de año, una de las temporadas de mayor demanda operativa para la Policía Nacional.
Las próximas semanas serán clave para conocer el impacto real de este movimiento en la línea de mando policial y, sobre todo, en la seguridad de los departamentos que integran la Regional 8.
