Casi un mes después de que la violencia le arrebatara la vida al teniente coronel Rafael Granados, del Ejército Nacional, las autoridades dieron un paso clave para esclarecer uno de los hechos que más conmoción generó en Popayán durante el mes de noviembre. En zona rural de Jamundí, Valle del Cauca, fue capturado alias ‘Jean Pol’, señalado como el presunto autor material del homicidio del alto oficial.
La captura se produjo tras un minucioso y prolongado proceso de investigación judicial, en el que confluyeron capacidades humanas, técnicas y tecnológicas de la Policía Nacional y el CTI de la Fiscalía General de la Nación. Durante semanas, los investigadores siguieron pistas, cruzaron información y reconstruyeron movimientos hasta lograr ubicar al sospechoso fuera del departamento del Cauca, lejos del lugar donde ocurrió el crimen.
El crimen que estremeció a Popayán
El homicidio del teniente coronel Rafael Granados ocurrió el 27 de noviembre, en pleno centro de Popayán. De acuerdo con las autoridades, el oficial fue atacado con arma de fuego en circunstancias que aún siguen siendo materia de investigación. Gravemente herido, alcanzó a ser trasladado a un centro asistencial, donde pese a los esfuerzos médicos, falleció minutos después.
La noticia generó profunda consternación no solo en la institución militar, sino entre la ciudadanía, que vio en este hecho una muestra más de cómo la violencia sigue golpeando incluso a quienes han dedicado su vida al servicio del Estado.
La operación en Jamundí
El operativo que permitió la captura de alias ‘Jean Pol’ se desarrolló en una zona rural de Jamundí, donde las autoridades desplegaron un amplio dispositivo de seguridad. La acción fue cuidadosamente planeada para evitar riesgos tanto para la comunidad como para los uniformados que participaron en el procedimiento.
Según las primeras informaciones oficiales, alias ‘Jean Pol’ habría sido la persona que accionó el arma de fuego contra el coronel Granados. En su poder fueron hallados un revólver y dos teléfonos celulares, elementos que ahora hacen parte del proceso investigativo y serán analizados por los peritos judiciales. Las autoridades buscan establecer si el arma incautada corresponde a la utilizada en el homicidio.
Una investigación que continúa
Aunque esta captura representa un avance significativo, las autoridades han sido enfáticas en señalar que la investigación no termina aquí. Se busca determinar si el capturado actuó solo o si existen otros responsables, autores intelectuales o redes criminales detrás del crimen.
Para la familia del coronel Rafael Granados, para sus compañeros de armas y para una ciudadanía golpeada por la violencia, este resultado operacional representa un paso hacia la verdad, aunque no mitiga el dolor de una pérdida irreparable.
La justicia ahora tiene la palabra. El país, mientras tanto, sigue esperando que hechos como este no se repitan y que la memoria de quienes han caído cumpliendo su deber no quede en el olvido.
